Las leyendas de los Ouroboros cósmicos

Hay pocas criaturas que evocan el rango de emociones como la serpiente terrestre. En las culturas y civilizaciones antiguas, las serpientes han sido vistas como místicas, peligrosas, repulsivas y, en última instancia, uno de los seres más fascinantes del mundo animal. Sin embargo, puede haber una razón profundamente arraigada para la fascinación de los humanos con esta criatura, una que está incrustada en la mitología más antigua conocida por los humanos: Ouroboros, o el que se devora a sí mismo.

Traducido del griego , la palabra "ouroboros" significa "devorador de cola", que se refiere a la forma circular u figura de ocho de una serpiente que se envuelve. Uno de los símbolos mitológicos más antiguos conocidos por los humanos, el ouroboros ha sido visto como un símbolo del ciclo regenerativo de la vida, la iluminación, la renovación y el infinito.



¿Cuál es el significado de este símbolo misterioso y universal y cómo llegó a representar tanto para tantas civilizaciones?

El origen de los ouroboros se remonta al antiguo Egipto como símbolo del sol y los viajes del disco solar. Cifrado en el libro enigmático del inframundo, el libro de piedra grabado que se encuentra en la tumba del rey Tutankamón, el ouroboros es parte de la historia del viaje mítico de Ra en el inframundo y es una de las primeras instancias del símbolo que se representa tragándose la cola. Como se describe en el Libro Egipcio de los Muertos , el Ouroboros está conectado con el dios creador Atum, a menudo descrito como una serpiente de agua.

Desde Egipto, los Ouroboros encontraron su camino hacia los antiguos fenicios hasta la antigua Grecia, donde se cree que el símbolo recibió su nombre tal como se lo conoce hoy en día. Los alquimistas griegos asociaron el símbolo de ouroboros con el oro y el camino del retorno sin fin, o el " Uno en todo ".



De hecho, Platón escribe sobre los Ouroboros como la primera criatura viviente en el universo y que el ser que se traga a sí mismo representa un sistema completamente autocontenido sin necesidad de nada fuera de sí mismo.

A partir de la interpretación de Platón, los gnósticos ampliaron la teoría de que los Ouroboros representan el alma del mundo .

Para algunos, la encarnación del mal; Para otros, el reflejo del conocimiento, en la tradición judeocristiana, el Ouroboros, que conocemos como la serpiente en el Jardín del Edén, representa el mundo externo o humano, o uno que reside fuera de "Dios".

También se puede decir que la serpiente, u ouroboros, se puede atribuir a lo que ahora llamamos "conciencia", en el sentido de que después de escuchar a la serpiente y comer del Árbol del Conocimiento, Adán y Eva se dieron cuenta de su desnudez, o lo innato humanidad.

En la religión hindú, Ouroboros se equipara con Kundalini o la energía esencial que reside, enrollada en la base de la columna vertebral. Según los Upanishads , “el poder divino, Kundalini, brilla como el tallo de un loto joven; como una serpiente, enrollada sobre sí misma, sostiene su cola en la boca y yace medio dormida como la base del cuerpo ”. Los hindúes también se encuentran entre las religiones que asocian a los Ouroboros con la divina energía femenina.

Esta conexión con lo femenino también se reflejaría en la interpretación del lejano oriente de los Ouroboros con el concepto de yin yang, el equilibrio cosmológico entre luz y oscuridad, materia y energía, o el concepto de dualidad. Para los antiguos chinos y japoneses, la dualidad representa los opuestos que forman una unidad divina, siendo cada aspecto igual en un poder creativo y reproductivo que un universo podría emerger de la unión sagrada.

Para otras culturas, el Ouroboros simboliza una fuerte energía masculina, como en la cultura nórdica con Jormungand , la serpiente Midgard e hijo de Loki y Angrboda, que reside en el océano que abarca el mundo visto. Los antiguos aztecas retrataban a su dios, Quetzalcóatl, como una serpiente que se muerde la cola, como se ve en las ruinas, como la Pirámide de la Serpiente Emplumada.



Aún otras culturas antiguas, como la Maya , creen que el Ouroboros es la encarnación de un ciclo cósmico y profético, o un cambio de polo magnético que siempre ha impactado la forma en que los humanos se comunican y perciben nuestro mundo. 

Esta creencia cósmica corre paralela a las asociaciones alquímicas de los Ouroboros, como se describe en el texto griego antiguo, Crisopeya de Cleopatra (no relacionada con la reina egipcia). En el mundo alquímico, el Ouroboros es un símbolo purificador, que prepara el camino para la liberación, la liberación y la unificación de los reinos conscientes e inconscientes.

No se limita a terra firma, el ouroboros también está conectado a los reinos celestiales, con conexiones mitológicas con la Vía Láctea , con la forma de serpiente que representa las estrellas celestiales, así como en los reinos científicos. El químico August Kekule vio conexiones con el símbolo de la serpiente en su descubrimiento del benceno compuesto. Agotado por sus esfuerzos por estudiar la escurridiza estructura atómica, se durmió y, según los informes, soñó con los átomos trabajando al unísono para formar la forma de los Ouroboros, lo que inspiró a Kekule a perseverar hasta que finalmente demostró su teoría del benceno.

Incluso podemos ver la existencia de los Ouroboros en el mundo del arte. Las famosas " Manos de dibujo " de MC Escher a menudo se consideran como la esencia del simbolismo de la serpiente circular.

El Ouroboros es un símbolo que desafía el tiempo y las civilizaciones; Sería difícil encontrar uno que haya tocado tantas edades y que represente tantos aspectos de este y otros mundos. Hoy, podemos recurrir a este ícono antiguo como una forma de encontrar el equilibrio en nuestro mundo a menudo fracturado y desconectado. Desde el cielo nocturno hasta las estructuras atómicas que componen nuestro universo, el Ouroboros continúa brindando respuestas, así como también nos conduce a significados más profundos.