Buddy Roemer es otro republicano, también ex gobernador-en su caso, de Luisiana, el Estado más corrupto de EEUU-que lleva 16 años fuera de la política y que afirma que «las empresas nunca han ganado más que ahora, han escrito las normas impositivas y no les importa un comino el resto de Estados Unidos». Rocky Anderson es el ex alcalde demócrata de Salt Lake City, una de las ciudades más conservadoras de EEUU, pero es un demócrata de izquierdas que en los 80 organizó viajes para que sus ciudadanos pudieran visitar la Nicaragua sandinista y que logró que su ciudad recortara sus emisiones de gases que producen el calentamiento de la atmosfera en un 31% en ocho años. Estos tres políticos tienen cuatro cosas en común: son iconoclastas, han sufrido, más que el silencio, el vacío de sus propios correligionarios, quieren ser presidentes en 2012 y, para lograrlo, están dispuestos a presentarse por un partido que no sea el demócrata o el republicano. Sólo hay una cosa clara: no va
Todo acto de bondad es una demostración de poderío.-