Una de las muchas cosas que me irritan de 'Panto' en su nueva faceta de casi alcaldesa es que se pasee por Marbella con la cajetilla de tabaco en la mano, una fea costumbre que también tuvo Marta Chávarri en sus épocas de famosa, la era Cubas-Cortina.No comprendo por qué no la mete en uno de esos espantosos bolsos de nailon que lleva colgados del hombro y de los que no se aparta ni un solo momento, como si en vez de ser la tonadillera Isabel de España, fuese la reina Isabel II del Reino Unido. Además, ¿acaso no es el tabaco malo para la voz, o es que ha decidido aparcar ya su carrera de ídolo de las domésticas por una vida de boato y lujo marbellí? Piensen, además, el mal ejemplo que da a esos aprendices de estrella que intentan brillar en nuestro firmamento de la canción, tipo Operación triunfo. Por lo menos no la vemos en traje de baño a ella y a su enamorado primer edil, algo que podría resultar realmente dramático, dadas las circunstancias físicas. Esta semana la pre
Todo acto de bondad es una demostración de poderío.-