Se queja la industria musical de que la piratería continúa creciendo alarmantemente en España. De ahí que también los premios de la Asociación Fonográfica y Videográfica Española (AFYVE) hayan perdido año tras año glamour, como espectáculo, hasta convertirse en el acto colegial que anoche fueron. Con todo, lo que ningún informador esperaba, durante su séptima edición, celebrada en la madrileña Casa Encendida, era convertirse en testigo sordo de un acto, repetimos, festivo. Metidos en un aula cerrada y pendientes de un monitor para seguir la ceremonia -se supone que rebosante de vips-, los informadores nos volvimos película de cine mudo a poco de comenzar la noche.Llegaron los premiados chicos de La Oreja de Van Gogh para comparecer ante los medios, se abalanzaron las cámaras sobre ellos, y a partir de ese momento, en la sala de prensa, se perdió la señal de audio. Que, además, sólo se recuperaría intermitentemente hasta la clausura del acto. Caos de realización, pues, en una
Todo acto de bondad es una demostración de poderío.-