Alguien dijo que el valor de un hombre se mide por la cantidad de soledad que es capaz de soportar. Y no fue un torero, sino un filósofo alemán, que es aún peor. Alfonso Cuarón (México D.F., 1961) no es Nietzsche (fue él), pero no tendría ningún reparo en darle la razón. "Uno de los grandes temas de nuestro tiempo es el sentido de la soledad. Lo hemos perdido. Nos pasamos el día conectados", dice. La reflexión viene a cuenta de Gravity, la película protagonizada por una Sandra Bullock sola y en mitad del espacio exterior, y de la que él es director. La cinta, que se estrena el 4 de octubre, va camino de convertirse desde su presentación en Venecia (donde inauguró el festival) y tras su paso por San Sebastián (donde ya ha agotado el diccionario de halagos) en la gran película del año. Sin paliativos. Y todo ello, por su capacidad para ofrecer al espectador unas reglas nuevas con las que entender un lugar nunca visitado, raro, incompresible; un sitio en el que no valen
Todo acto de bondad es una demostración de poderío.-