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Todo lo que necesita saber para comprar un reloj.-

Necesita Vd (de ahora en adelante le voy a hablar a todo el mundo de usted) comprar un reloj de pulsera y no tiene ni idea de relojes??

Es posible que se le haya estropeado el anterior y que necesite otro nuevo. Puede que se encuentre harto de tener que pagar reparaciones costosas cada vez que se le avería el reloj, o cuando tiene que cambiarle la pila. Puede que el modelo que usaba ya no le guste, o que sencillamente desee adquirir uno para hacer un regalito o por cualquier otro motivo.

Pues ha venido al sitio idóneo, pues aquí conseguirá los conocimientos necesarios para poder conseguir un reloj nuevo con el suficiente criterio, si es que no sabía exactamente a lo que se enfrentaba.

Por todo el mundo es conocido la diferencia entre un reloj de agujas (el reloj de toda la vida, el de las manecillas) y un reloj digital,  que es un circuito impreso con una pantalla en la cual se presenta la hora.

Los relojes analógicos son mucho más elegantes y ya hay modelos que funcionan hasta sin pilas. Los diseños más sobrios o clásicos, no pasan jamás de moda y siguen siendo los favoritos de la gran mayoría de compradores de relojes.

Luego tenemos los digitales, mucho más prácticos, más precisos, suelen contar con numerosos servicios adicionales, además de ofrecer la hora, claro está. Estos necesitan pilas para poder funcionar, ya sean recargables o no; el caso es que suelen quedarse obsoletos en muy poco tiempo.

Los relojes híbridos, son relojes analógicos con una pantalla digital detrás de las agujas; estos tienen la misma problemática que los relojes digitales y los de cuarzo a la vez.


En la imagen superior se puede ver el impresionante Constant Girar de 1880, fue el primer reloj de pulsera producido en cantidades significativas, unos 2000, para oficiales navales por encargo del Káiser Guillermo I de Alemania. Debajo un Hamilton Pulsar, fue el primer reloj digital que fue comercializado en 1971. A la derecha de estos, un híbrido fabricado en el 2010 por Casio, dentro de su famosa línea G-Shock.

Si preferimos decantarnos por un reloj de agujas, es necesario saber que los hay de dos tipos. Por un lado los mecánicos que son los que funcionan dándoles cuerda, ya sea de manera automática o manual. Cuando se gira la corona es un reloj manual, lo que ocurre es que se comprime un muelle que va tirando del mecanismo poco a poco hasta que se le va agotando "la reserva" y sea necesario de nuevo volverlo a tensar, "o dar cuerda".

Los relojes automáticos, fueron perfeccionados por John Harwood en 1923, tienen un péndulo que cuando se mueve, al igual que el movimiento habitual del brazo, va tensando el muelle de manera instantánea, por lo que no necesitan más que cuerda manual, cuando han estado mucho tiempo guardados sin utilizarse.

Podría decirse que los automáticos tienen una gran relevancia en el mercado de relojes de alta gama, tal vez por lo cómodo que resulta no tener que darles cuerda, pero para los fanáticos de la horología, el hecho de poder dar cuerda a sus relojes favoritos, se convierte en un ritual y un placer casi irrenunciable.

Los relojes de cuarzo, fueron inventados en Suiza en 1969, estos aparatos, mueven las manecillas con un mecanismo electrónico alimentado por pilas. Miden el tiempo de manera extremadamente exacta mediante impulsos generados por una pieza de cuarzo.

En la imagen de abajo, el reloj de la izquierda, fue el primer automático Harwood comercializado en la década de 1920. A la derecha de este, el primer reloj de cuarzo, un Seiko 35 SQ Astron. Salía a la venta un 25 de Diciembre de 1969 por 450.000 yens, que son unos 5400 euros actuales. En Japón, un Toyota Corolla tenía el mismo precio.


Los suizos desecharon su propio invento negándose a emplear la nueva tecnología del cuarzo. Sin embargo, en la década de 1970, fue adoptada por los fabricantes japoneses, logrando hacerse con un gran segmento del mercado al abaratar los costes de fabricación, cuando pasaron a producirlos en masa. Dicho hecho, provocó lo que se llamó "crisis del cuarzo" durante la cual, muchos fabricantes suizos, (los de toda la vida), se vieron obligados a cerrar sus propios negocios, por lo que el mercado de relojes antiguos es un gran mundo aparte, con muchísimas marcas desconocidas para el gran público.

Los relojes de cuarzo, no son sólo baratos de fabricar, si no que también son enormemente precisos. Un reloj de cuarzo, puede irse 3 segundos al mes, o tal vez menos, mientras que un reloj automático, es considerado muy exacto, si se va tres segundos diarios.

La gran desventaja de los relojes de cuarzo, es que algunos tienden a quedarse obsoletos y que las piezas o las pilas que usan, pueden dejar de fabricarse en un momento dado, convirtiendo de esta manera el reloj en un aparato muerto.

Algunos servicios técnicos y fabricantes, tienen la fea costumbre de cobrar unos precios exagerados por el simple cambio de una pila en los relojes de cuarzo. Cuanto más valioso y complejo el reloj, más caro resulta el cambio. Una sustitución de pila simple, puede costar entre 20 y 40 euros, pero si por ejemplo, el reloj era resistente al agua, puede que haya que realizar el cambio en una cámara de vacío para así mantener la presurización del interior de la caja, hecho que incrementaría la factura.

Hay otras ocasiones, en las que el servicio técnico no sólo cambia la pila, si no que como norma de la casa, le hacen una revisión completa al aparato, sustituyendo las piezas desgastadas, encareciendo más si cabe la operación.

Las pilas pequeñas de botón que llevan los relojes, son muy contaminantes si no se reciclan adecuadamente, por lo que no son nada ecológicas. Existen diversas tecnologías que reducen la frecuencia de los cambios de pila. En la imagen de abajo, a la izquierda un Citizen Nighthawc Eco-Drive y a la derecha un futurista Seiko Kinetic Sportura SLQ015:



En el año 1986, la empresa japonesa Seiko presentó los relojes Kinetic, con un sistema de péndulo muy parecido al de los automáticos, pero que en vez de tensar un muelle, lo que hacía era recargar una pila. La idea fue rápidamente copiada por otros fabricantes nipones como Citizen, Casio o en Suiza por el grupo Swatch, llamándolo "autoquartz".

La principal pega de estos sistemas llamados Kinetic, es que se tarda bastante en recargar una pila mediante un péndulo que se mueve ocasionalmente, por lo que son relojes pensados para tenerlos en la muñeca todo el día. Si dejan de usarse, la pila se descarga y después puede costar bastante volverla a cargar moviendo el reloj.

Otro método para recargar las pilas es por medio de la energía solar. Este tipo de relojes aparecen también en la década de los 70, pero a día de hoy siguen vigentes, en los Casio y en los Citizen Eco-drive, mayormente. Antiguamente tenían incorporado un pequeño panel solar, hoy día, el panel va incorporado en el propio cristal del día y no se ve.

Y dejan a un lado sus funciones, existen numerosos estilos de relojes, según su aspecto y la temática que sigan.

Los relojes clásicos, son los más formales, el tipo de reloj que tiene un aspecto de combinar bien con un traje o en situaciones en las que son requeridas cierta "etiqueta". La mayoría suelen ser analógicos, aunque también hay digitales.

Por lo general, tienen diseños simples, cajas con un aspecto de ser más frágiles, en algunas ocasiones llevan números romanos en los diales, correas de cuero, metales como el acero inoxidable y el oro. Hay también relojes más complicados con cronógrafos o relojes deportivos que podrían catalogarse como "clásicos", o ser utilizados sin problemas en situaciones formales. En la siguiente imagen, vemos tres conceptos diferentes de un reloj clásico, Rolex Datejust a la izquierda, Arnold Son Hornet con la hora mundial y Omega 1941:



Junto a la temática normal, los relojes de buceo, son uno de los estilos favoritos por su construcción resistente y sus atractivos diseños. En la imagen, de izquierda a derecha tres favoritos de buceo, Rolex Submariner No Date, Omega Seamaster y Seiko Monster:


El dial puede ser más o menos complicado, pero tiene unas características comunes. La caja y el cristal suelen ser de gran tamaño, resistentes al agua y a la presión para que no se rompan durante la inmersión. 

Suelen contar con un marco giratorio alrededor del cristal, con diferentes señales lineales o numéricas, de manera que cuando la flecha central se hace coincidir con la manilla de los minutos, indica el tiempo que se ha estado sumergido. Por último, suelen contar con un buen material luminiscente con el dial para que puedan verse las manillas del reloj bajo el agua, en las zonas donde la luz escasea.

Otro de los estilos favoritos, son los relojes que siguen la estética del mundo del motor o cualquier otro deporte en el que se celebre una carrera, como pueden ser las regatas de veleros.

Traen servicios para ofrecer datos sobre la competición, los más habituales suelen ser el cronómetro con sub-diales extra para indicar con precisión los minutos y segundos del tiempo transcurrido durante un evento y traen igualmente un marco girado que funciona como taquímetro y que ofrece una lectura rápida de la velocidad media con la que se ha recorrido una determinada distancia. De izquierda a derecha, un Rolex Daytona, Omega Speedmaster y Tag Heuer Carrera Calibre 16:


Los siguientes, han sido desarrolados por Rolex junto a la aerolínea Pan Am, las siglas GMT hacen referencia al Meridiano de Greenwich. Son relojes que traen una segunda manecilla para las horas a modo de dual-time; de manera que la aguja normal indica la hora en un determinado lugar y la adicional puede ser ajustada para indicar la hora en otro país.

La aguja extra, indica el tiempo en formato de "24 horas" y apuntar a un marco giratorio alrededor del cristal. Este tipo de relojes se inventaron para reducir el efecto jet-lag en los vuelos de larga duración. En la imagen, los GMT de Rolex se apodan según el color del marco giratorio que llevan, coca-cola, pepsi o negro:


Por relojes de aviador se entiende un reloj que sigue la estética de los indicadores analógicos que llevaban los aviones en las cabinas de mandos, independientemente de si llevan cronómetro u otros servicios. Antiguamente, el reloj era determinante para realizar cálculos de navegación durante el vuelo; por lo que se requería que fuesen muy exactos, independientemente de su aspecto. Algunos tenían un dial muy sencillo, pero una maquinaria con una gran precisión, otros diales ultra-complicados.

En la imagen de abajo y de izquierda a derecha, dos "flieger alemanes" un Type A y un Tipe B en el centro, usados por la Lufwaffe durante la segunda guerra mundial, re-editados por Laco en dos versiones de lujo. A la derecha el Bretling Navitimer, que hizo furor entre los pilotos cuando salió a la venta a mediados del siglo XX, ya que en el dial traía varias escalas que simplificaban los cálculos de navegación:


El diseño de los relojes militares, suelen ser por lo general muy simple, de forma que el dial sea legible rápida y claramente sin lugar a equívocos.

En la imagen de abajo, los A-11 usados durante la segunda guerra mundial por el ejército norte americano, parte de la RAF británica e incluso por las fuerzas soviéticas. La caja de un reloj militar, requería en principio de una cierta resistencia a los golpes, pero en este caso se optó por algo cuyo coste de re-emplazo fuese mínimo.

En otras ocasiones, los ejércitos suministraban relojes de buceo por ser los más resistentes por su construcción implícita, más todoterreno. En el centro de la imagen, los Rolex MilSub, son toda una rareza comprada en la década de los 70 por el gobierno británico. A la derecha los Marathon que suministra en la actualidad el ejército de los eeuu a algunas unidades. Ambos contienen Tritium, que es un material luminiscente radiactivo:


Durante el inicio de la carrera espacial, los relojes espaciales, eran relojes mecánicos corrientes pero a medida que fueron evolucionando, pasaron a ser capaces de operar en gravedad cero y solían contar con un indicador en formato "de 24 horas" ya que en el espacio no sale y se pone el sol de la misma forma que en la tierra.

Los antes mencionados Omega Speedmaster, fueron usados en las misiones "Apolo" de la NASA, junto a los Accutron Astronaut. En la izquierda de la imagen , un Sekonda Strella re-editado por Sturmanskie, empleado en las misiones "Soyuz" rusas a finales de la década de los 70:


Los relojes ABC, son relojes digitales o híbridos que cuentan con barómetro, altímetro y brújula, están pesados para el mundo de la montaña, aunque algunos traen un sin fin de indicadores, GPS, indicador de fases lunares, termómetro, de profundidad, de mareas, de puestas de sol.

Los más precisos son los chinos Suunto, seguidos por los Casio Pathfinder y por los Tissot T-Touch Expert. El único ABC con GPS es el Suunto X-10 aunque este elemento se come la minúscula batería de un reloj en muy poco tiempo, por lo que no se puede depender de ellos en caso de emergencia. El altímetro de los Casio a veces resulta inútil porque depende del barómetro y no permite obtener lecturas independientes bloqueando uno de ellos. De izquierda a derecha, un Suunto Core Black, un Casio Pathfinder 5000T y un Tissot T-Touch Expert Titanium:


Los Skeletons o esqueletos, son relojes analógicos con un dial transparente que deja ver su maquinaria. Una idea clásica que sigue levantando grandes pasiones en la actualidad. En la imagen dos vueltas sobre el mismo concepto, un esqueleto clásico de Ulisess Nardin frente a uno moderno más simple que sólo deja entrever algunos detalles de la maquinaria, un Demeanor Stately Maurice Lacroix Masterpiece Lune Retrograde, (vaya nombrecito):


Los relojes fashion, son relojes relacionados con el mundo de la moda. En muchas ocasiones son diseñados para fabricantes de ropa y llevan marcas como: Louis Vuitton, Gucci, Tommy Hilfiger, Dolce y Gabana, Guess... o llevan marcas de coches: Ferrari, Lotus, Porsche. Estos no tienen porque ser relojes buenos, pero tampoco malos. Suele coincidir que muchos son caros por el mero hecho de llevar una marca conocida y muchos modelos son de mujer.

Los relojes de mujer están en cajas más pequeñas de lo habitual y están enfocados exclusivamente al sector femenino. Su aspecto suele ser más refinado y delicado; algunos son más piezas de joyería que de  relojería, en ocasiones fabricados con metales valiosos o con incrustraciones de piedras preciosas.

(Porque las mujeres no suben a la montaña, ni van a la Luna, ni son militares, ni hacen submarinismo, ellas son jarrones de adorno y los relojes que les fabrican están enfocados a sus mentalidades de conejo):


Antiguamente, los servicios adicionales que traía un reloj, como el indicador de fecha, se les llamaba "complicaciones" porque al incluirlas, se complicaba el mecanismo sobre el cual funcionaba la maquinaria.

Las complicaciones más tradicionales en los relojes mecánicos son el calendario, los cronómetros y las alarmas. Los relojes de cuarzo y sobre todo los digitales, pueden traer un sin fin de servicios adicionales, aunque hay algunas "complicaciones" exclusivas de los relojes mecánicos que todavía son muy apreciadas hoy día por los aficionados a la relojería.

La reserva de cuerda, es un indicador que marca la cuerda que le queda a un reloj antes de que este vaya a pararse y sea necesario darle más cuerda. Es un indicador bastante útil en los relojes con mucha reserva, (los hay que pueden llegar a tener una reserva de semanas) y en los relojes automáticos, en los que el propietario no tiene que dar cuerda de forma regular al mecanismo. Indicador de reserva en un Longines Master Collection Retrograde:


El Tourbillon es una complicación clásica que sirve para compensar el efecto de la gravedad en un reloj mecánico cuando no está siempre en una determinada posición, por ejemplo cuando se lleva en la muñeca. Con el Tourbillon se evita que se atrase o se adelante. Antiguamente los fabricantes mostraban el Tourbillon en el propio dial como alarde de sus habilidades, ya que complicaba mucho el mecanismo. Hoy día, han quedado obsoletos, al ser los relojes más precisos, pero siguen existiendo cantidad de modelos de Tourbillon. Detalle del Tourbillon en un Blancpain Carrousell:


Jump hour o salto de hora fue una "complicación" inventada en el siglo XIX por Joseph Pallweber, las horas se muestran con un número a través de una ventana, como ocurre con el número de los días en los relojes con calendario. Es considerado por algunos por una especie de reloj digital primigenio. Los espectaculares Jump Hous de Gerald Genta, con diales tipo "retrograde":


Otras complicaciones clásicas son:
-La alarma.
-Los beepers (que son señales acústicas que suenan para marcar los cuartos, las medias y las enteras).
-El calendario, todo un engorro en relojes mecánicos que no llevan calendario perpetuo o en relojes que no van a estar funcionando todos los días. Algunos mecanismos requieren que el ajuste de la fecha se realice a determinadas horas porque si no se pueden romper.
-El cronómetro, espectaculares en los relojes mecánicos certificados, sobre todo en los que van a cuerda, cuentan con numerosos aficionados.
-La cuenta atrás.
-La fase lunar.
-El formato 24 horas.
-La resistencia al agua
-La resistencia a los golpes.

Los relojes de cuarzo, introdujeron elementos como la luz o la sincronización de la hora con los relojes atómicos por radio-control.

Los relojes digitales, además de todos los servicios anteriores, en la actualidad pueden llevar un sin fin de cosas más, desde la típica calculadora o la agenda, hasta funciones ABC, barómetro, altímetro, brújula, GPS, mareas, etc... incluso conexiones USB, reproductores de mp3 o cualquier aplicación que pueda miniaturizarse en un circuito impreso.

El cristal de un reloj es muy importante de cara a su durabilidad. Los cristales de zafiro son ofrecidos por muchos fabricantes porque en principio sólo pueden ser rayados por un diamante y se producen de forma artificial desde 1902, gracias a un desarrollo del químico frandés Auguste Verneuil. Son habituales en relojes de alta gama y media.

El cristal se puede endurecer añadiendo una capa de DLC, siglas de "diamond like coating", que es un material similar en resistencia al diamante.

Otros fabricantes especifican sus vidrios meramente como "cristal mineral". Al no ser de zafiro, ofrecen resistencias más o menos logradas.

A mediados del siglo XX, se usaron materiales plásticos como el plexiglass, que se pueden rayar pero muy dificilmente romper.

La especificación más baja es el cristal a secas, que se raya se rompe.

Algunos de los relojes analógicos que vienen con el indicador de fecha, llevan justo encima en el cristal una especie de lupa para ampliar el número del día, llamada técnicamente "cíclope", estéticamente puede no gustar a todo el mundo.

El material luminiscente, es una pintura que se vierte sobre las manillas, sobre los números o marcas del dial, que brilla en la oscuridad sin necesidad de luz.

Durante una época se usaban pinturas radiactivas con compuestos de Radio o Tritium. En teoría no en cantidad suficiente como para dañar la salud del usuario, pero el hecho es que hoy en día se han dejado de utilizar bastante, aunque aún quedan fabricantes ofreciéndolos.

Los materiales radiactivos tenían la ventaja de que brillaban en la oscuridad sin ser expuestos previamente a la luz. La desventaja, es que en unos años perdían sus propiedades luminiscentes. El Tritium en concreto, las perdía en 12,3 años.

Hoy ya es común el empleo de pigmentos basados en compuestos como el aluminato de estroncio, que no es radiactivo, ni tóxico y si fosforescente tras ser expuesto a la luz. Las marcas de "lume" más conocidas son Super-Luminova, Luminova, Noctilumina y DualGlo. En la imagen inferior, un Seiko Monster, reloj con fama de tener buena lumbre y el truco empleado por algunos fabricantes, extender la pintura por todo el dial, como en el caso de la serie LM de Ocean7:


A veces, los diales de los relojes tienen un símbolo que indica el pigmento que se ha usado, una L mayúscula dentro de un círculo significa que lleva Luminova. Si en el círculo aparece una T, es que se ha empleado Tritium.

No se puede decir que exista un pigmento mejor que otro, sino que la luminosidad de un aparato acaba dependiendo del esmero que ponga el fabricante en el propio reloj. En el caso de los materiales no radiactivos, la luminosidad depende también de la relación que tenga el pigmento con el tiempo de exposición previa y el tipo de luz con el que se ha cargado. Por lo general, cuanto más exposición a la luz solar o a tubos fosforescentes, mejor porque tienen más contenido en UV.

-Técnicamente un brazalete es una correa hecha de acero inoxidable, metales preciosos o titanio. Suelen ser elegantes y duraderas. Existen multitud de modelos de brazaletes para reloj, pero hay fabricantes famosos que llevan mucho tiempo empleando diseños característicos. En la imagen de abajo, dos correas de las más comunes, empleadas por Rolex mayormente, arriba un brazalete tipo "oyster" y debajo un tipo "jubilee":



Las correas están hechas de materiales flexibles como el cuero, elegantes al igual que el metal, la goma, muy común en los relojes digitales o el nylon.

Las correas de nylon tienen su origen en el ámbito militar. Pensadas no sólo para asegurar el reloj a la muñeca de manera exagerada, sino que tienen holgura suficiente como para ser atadas por encima de los guantes o las mangas de una chaqueta. No sólo son usadas por los militares, también se emplean en submarinismo y en deportes de montaña:



Existen básicamente dos tipos de correas de nylon, las Nato y las Zulu. Ambas son muy similares con la única diferencia de que las Nato llevan anillas cruzadas y las Zulu son una versión mejorada con anillas redondeadas. Ambas pueden tener sistemas de 2,3, o 5 anillas. Si llevan dos rayas grises sobre fondo negro se llaman Bond, ya que aparecían en las primeras películas del famoso espía cuando era interpretado por Sean Connery. En la imagen superior, un Marathon con una Nato Bond, debajo una Zulu Bond y debajo una Nato Bond de nuevo.

-Los países con mayor tradición relojera son en primer lugar Suiza, luego Alemania, Rusia, Japón, China, USA,  Inglaterra y Francia... no necesariamente en este orden, ni ahora ni a lo largo de la historia.

Suiza sigue siendo la meca en la medición del tiempo prácticamente desde el siglo XVI. Es el primer productor. Las marcas más reconocidas de relojes y las más prestigiosas salen de Suiza, cohabitando con un sin fin de pequeños fabricantes desconocidos por el gran público.

En la imagen de abajo, tres de los relojes más caros del mundo. A la izquierda un Patek Philippe Sky Moon Tourbillon Ref 5002, en subasta llega al millón de euros. Arriba en la parte derecha, un Greubel Forsey Quadruple Tourbillon de 523.000 euros y debajo un Glashutte Original Assmann de 154.000 euros:


Lo que el público en general suele desconocer es que desde Diciembre de 1971, en Suiza se aplica la llamada regla del 50%, legalmente un reloj se considera "como hecho en Suiza", si el 50% del coste de fabricación se ha producido en Suiza. Es decir, que un reloj que se ha ensamblado en China con piezas chinas, podría llevar legalmente la etiqueta de "hecho en Suiza", mientras que el mecanismo se componga del 50% de piezas suizas y el último engranaje se haya colocado en Suiza. Un "Swiss parts" es un reloj hecho en cualquier sitio mientras el mecanismo lleve algunos componentes suizos.

A esta desafortunada política, se le suma el hecho de que China es uno de esos países con una larga tradición relojera. En el ámbito analógico, los fabricantes chinos, son capaces de producir relojes con mecanismos autóctonos que en algunos casos, se acercan a los suizos. En la imagen, la re-edición del Sea Gu ll de 1963, un favorito chino:


Pero no sólo eso; China produce también copias de mecanismos suizos, copias de relojes que vende con otras marcas y casi todas las réplicas o clones de relojes caros que salen al mercado negro como este de Dolce y Gabana que lo vende un negro en el Paseo marítimo por 3 euros:



Es posible encontrar copias chinas de famosos relojes suizos, con todas sus piezas perfectamente intercambiables con el original, con copias idénticas de los mecanismos o mecanismos chinos que funcionan casi igual de bien que los suizos. Ahora bien, en la realidad los fabricantes chinos que ofrecen réplicas de calidad se pueden contar con los dedos de las manos; porque el negocio está en vender clones baratos, casi de usar y tirar.

Alemania es otro país con gran tradición relojera. Produce relojes de todos los estilos y precios con mecanismos de calidad alemanes, algunos están enfocados al sector de lujo. Entre los más apreciados está los "flieger" que usó la Lufwaffe durante la segunda guerra mundial, ahora re-editados por numerosos fabricantes. En la imagen, diseños alemanes, un cronómetro de jorg Shauer y un Kazimon Funfhunder B:


Rusia es otro país con tradición relojera, esta se remonta a la época zarista, cuando Pedro I "el grande", funda la primera fábrica de relojes en San Petesburgo en el siglo XVII, a lo que habría que sumar el hecho de que en la segunda guerra mundial, se apropiaron de abundante tecnología alemana. Los famosos "flieger" se siguieron produciendo en la Unión Soviética al finalizar la guerra.


Rusia cuenta con mecanismos propios, aparte de los que robó a los alemanes. En la imagen superior, de izquierda a derecha, los antiguos Zlatoust de buceador, muy reproducidos y aceptados hoy día, un Aviator 3133 convertible en reloj de bolsillo y los impresionantes Vostok-Europe Energia.

Japón se hizo con gran parte del mercado tras la "crisis del cuarzo" y es punto de referencia en cuanto a relojes de cuarzo y a relojes digitales con marcas Seiko, Citizen o Casio. Son muy conocidos y apreciados igualmente los mecanismos de Miyota, que son una alternativa bastante más asequible a los mecanismos suizos. En la imagen de abajo, los populares G-Shock de Casio, desde la izquierda a la derecha, Frogman, Mudman y Sky Cockpit:


Los eeuu perdieron casi toda su industria relojera en el siglo XX, la más famosa que sigue en pie, tal vez sea Timez, junto con la desconocida RMG.

Cuales son las mejores marcas de relojes?? Responder a esta pregunta es algo muy subjetivo, seguro que la respuesta sería muy diferente si esta la dieran entendidos, un experto en subastas, un aficionado a determinado tipo de relojes o el público en general.

El mayor reconocimiento de marca entre los no expertos en horología, se lo lleva sin duda Rolex.

No son estos los mejores relojes, (aunque no deja de ser muy buenos), ni muchísimo menos los más apreciados por los que entienden, pero su importante posicionamiento entre la plebe, hacen que no pierdan su valor y muy posiblemente en un futuro, lo conservarán intacto mientras que otras piezas de relojería para sibaritas quedarán en el olvido.

Eso sí, Rolex produce 2.000 relojes diarios, todos los años y es la marca más falsificada de cuantas existen.

Otro fabricante que conserva muy bien su valor es Patek Philippe. A. Lange Sohne está considerada una de las mejores marcas recientes, Thomas Prescher y Greubel Forsey, fabrican los tourbillones más apreciados, Urwerk y MB F algunas de las mejores mecánicas.

Aquí una lista de las marcas de relojes más apreciadas: Aroxia, Cartier, Carl F Bucherer, Corum, Concord, Daniel Roth, Ebel, IWC, Lamborghini, Maurice LeCroix, Movado, Omega, Oris, Paul Picot, Piaget, Prada, Ferrari, Glycine, Graham, Gucci, Hysek, Zenith, Vulcain, Versace, Vertu, Vacheron Constantin, Ulysse Nardin, Tudor, Rolex y un montón más.

Hasta el año 1920, se utilizaban los relojes de bolsillo. El primer reloj de pulsera es un modelo para señora creado por Patek Phillipe en 1868, (y ahí ya se olvidaron de ellas).

La siguiente imagen es de 1920, es el escaparate de la relojería Selinger en el 820F de Washington. Los relojes de pulsera usados por el ejército de los estados unidos durante la primera guerra mundial, se venden a precio de saldo, 4 dólares de 1920, serían como unos 30 euros de ahora. Amontonados por kilos y anticuados porque la mayoría eran viejos relojes de bolsillo, que adaptaban a las muñecas mediante correas de cuero:


En el año 1930, los relojes de bolsillo cayeron en desuso, salvo entre sus más acérrimos seguidores, pero paradójicamente, a principios del siglo XXI, el reloj se vuelve a caer de la muñeca al bolsillo, después de extenderse el uso de los móviles, que todos ellos cuentan con precisos relojes digitales, además de calendarios, cronómetros, alarmas, luz, agendas y todo lo demás.

El reloj de pulsera tradicional sigue teniendo mucho público, pero... vale la pena un gasto substancial en algo que se queda obsoleto a marchas forzadas??

-Las "joyas de un reloj analógico, son unas piezas que se llaman así en relojería porque tienen forma de "joya" pero no tienen por qué ser unas piedras preciosas. Por lo tanto, un reloj con 20 joyas, no es más valioso que un reloj con 16 joyas, si no que cada uno tiene mecánicas diferentes.

Los relojes estériles son aquellos que no llevan marca ni "made in..." en el dial. Son muy apreciados entre los aficionados que desean una réplica un reloj caro porque no da problemas en las aduanas, no levantan preocupaciones por posibles robos y pueden funcionar de forma bastante parecida al original.

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