Dale a SEGUIR, para que siga poniendo series turcas 🔻

De profesión sherpa.-

El término “Sherpa” se usa coloquialmente para referirse a los porteadores que operan en el Himalaya transportando equipo y material para las expediciones que acometen las cumbres de este basto sistema montañoso, el más elevado del mundo.

El Himalaya cuenta con los 14 “ochomiles” que existen en el planeta, los tres más altos el Everest, el K2 y el Kangchenjunga, además de otras 6 cumbres que superan los 7.000 metros, convirtiéndose en destino preferente de alpinistas profesionales y aficionados.

En el Himalaya es donde se realizaron las grandes gestas durante la era clásica del montañismo y desde que en 1950 el Tibet fuese ocupado por China, la mayoría de las expediciones acceden a las cumbres partiendo de Nepal aunque también colinda con China, India, Pakistan, Burma, Afghanistan y Buthan.

Precisamente una parte importante de la industria turística de Nepal se basa en la alta montaña. Para que esta sea posible, se necesita una infraestructura que es donde entran en juego los “sherpas”.

Cuando se habla de ellos, da la sensación de que en la imaginería popular, el sherpa en las expediciones es un individuo con aspecto propio de película hollywodiense; vestiduras tradicionales de estilo campesino, más bien desarrapado, siempre dispuesto a trabajar como freelance por unas monedas cargándose cualquier bulto a la espalda o saliendo diligentemente al rescate de escaladores perdidos.

Lejos de esta imagen folclórica, los Sherpas son un grupo étnico procedente del Tibet que se ha ido desplazando durante los últimos 400 años mayoritariamente a regiones nepalís.

El país rozaba los 30 millones de habitantes en el 2010 mientras que la etnia sherpa, con unos 150.000 individuos, no representa ni un 1% de la población total de Nepal.


Siendo así, resulta fácil entender que ni mucho menos todos los porteadores que trabajan en Nepal pertenecen a la etnia conocida como “sherpa” y de los que sí pertenecen, solo un 1% trabaja en alta montaña por lo que cuando se habla de un porteador, se usa vulgarmente la palabra “sherpa” de forma incorrecta.

El término en sí es la pronunciación occidentalizada e incorrecta de “shar-wa”, “pueblo del este” aunque muchos sherpas han adoptado el vocablo “sherpa” a modo de apellido, como una especie de mote. El idioma original de los sherpas se llama también “sharwa”.


El sherpa es un pueblo que lleva habitando zonas altas de montaña durante siglos y existen estudios científicos que especulan con cierta adaptación genética a la altura, lo cual les otorgaría ventaja física cuando se trata de desenvolverse en terrenos elevados.

En particular poseerían en la sangre ciertas encimas únicas que enlazan la hemoglobina, doble producción de óxido nítrico, el corazón podría utilizar glucosa y los pulmones estarían adaptados a la falta de oxígeno.

Sea como fuere, en alta montaña los sherpas son capaces de trasladar su propio equipo vital y parte del de los demás, por lo que tradicionalmente han prestado servicios como porteadores.

Además de sus óptimas características físicas, muchos sherpas que se dedican al alpinismo se especializan en todos los aspectos técnicos que envuelven este deporte realizado en altura, por lo que además de ofrecer servicios como porteadores, ofrecen también servicios como guías.

No solo conocen muy bien el terreno en el que operan, sino que son capaces de tirar cuerdas guía o dirigir una partida hasta un campamento o hasta una cima.

Picos del Himalaya:
Everest – 8.848m
K2 – 8.611m
Kangchenjunga – 8.586m
Lhotse – 8.516m
Makalu – 8.462m
Cho Oyu – 8.201m
Dhaulagiri – 8.167m
Manaslu – 8.156m
Nanga Parbat – 8.126m 
Annapurna – 8.091m 
Gasherbrum I – 8.080m 
Broad Peak – 8.047m 
Gasherbrum II – 8.035m 
Shishapangma – 8.010m 
Gyachung Kang – 7.952m 
Gasherbrum IV – 7.925m 
Masherbrum – 7.821m 
Nanda Devi – 7.817m 
Rakaposhi – 7.788m 
Gangkhar Puensum – 7.570m

Por ejemplo, al partir de la base en el Everest, los sherpas salen por delante de las expediciones para instalar las cuerdas guía que permiten atravesar la peligrosa lengua del glaciar, llena de grietas.

Las grietas son la causa principal de los accidentes fatales que se producen en esta montaña.

La tarea de abrir el paso recae en los sherpas no por ser un trabajo de riesgo sino porque son especialistas en este terreno y son capaces de localizar estas simas donde otros no las ven.

Otra idea un tanto folclórica es pensar que “detrás de todo gran escalador hay un gran sherpa”.

Esta imagen, probablemente surge cuando Edmund Hillary corona el Everest acompañado por el sherpa Tenzing Norgay.

La realidad es que en las cumbres del Himalaya operan agencias de trekking y que los sherpas trabajan para estas compañías, algunas de gran tamaño que pueden manejar presupuestos de 5 millones de euros, como es el reciente caso de la coreana Oh Eun-sun en el Annapurna, en el año 2010.

Todo depende del planteamiento que tenga el escalador o su equipo; pueden intentar subir sin porteadores, pueden conocer a gente en la zona y contratar de forma independiente a guías y porteadores pero lo más habitual es que realice el viaje o parte del viaje a la cumbre con una de estas agencias de trekking.

Al entrar en Nepal solucionan el problema burocrático porque para para escalar sus montañas hay que realizar trámites, al ser necesario pedir permisos por los que el gobierno cobra unas tasas. También puede ser necesaria la contratación de seguros.

Después hay que aprovisionarse de material y antes ni de pensar en hacer cumbre, hay que establecer campamentos de paso en la montaña que se va a escalar donde se deja parte de los suministros, actividad esta que puede requerir varios meses de trabajo y una infraestructura importante. Para que nos hagamos una idea, en la expedición de John Hut que logró la primera cima en el Everest, participaban 400 personas; 362 porteadores, 20 guías sherpas que llegaron a mover 4,5 toneladas de material.


Los porteadores y guías que trabajan para las agencias de trekking, ya sean sherpas o no, tienen unas condiciones laborales como las que pueda haber en cualquier otra empresa.

Tienen un director, tienen guías, directores de expedición y se les asignan tareas, de forma que un día un grupo de sherpas puede estar trabajando entre el campamento 3 y 4 y otro día se les puede ordenar permanecer de refresco en el campamento 2 descansando.

No cumplir la planificación, puede provocar un accidente fatal en futuras acometidas.

Un sherpa puede ganar 2.000$ o más por cada expedición en la que se enrole o asigne y muchos sherpas son propietarios de sus propias agencias de trekking.

Si llega un escalador que no es cliente de la agencia ofreciendo trabajo, como por ejemplo ir a rescatar a un accidentado o subir tal material, resulta que los sherpas, como cualquier otro trabajador, son empleados de una empresa a la que probablemente tendrían que consultar primero, los guías y clientes pueden estar presentes, jugándose el puesto si aceptasen.

Si los clientes les dan libertad, pueden considerar la operación inviable por las condiciones meteorológicas o simplemente pueden estar agotados ya que cuando se atacan cimas, estamos hablando de jornadas que a veces se prolongan durante 20 horas o más.

Tradicionalmente, los sherpas habían disfrutado de una gran reputación en alta montaña por permanecer siempre fieles a sus clientes y desempeñar bien las labores para las que eran contratados.

Sin embargo, últimamente han sido puestos en el punto de mira a causa de robos producidos en los campamentos de paso de varias montañas y por hacer gala de una especie de corporativismo exacerbado.

En Junio del 2005 el escalador pólaco Marcin Miotk realizaba una cima sin oxígeno en solitario por la cara norte del Everest y tras descender, denunciaba que le había sido robado equipo vital de los 3 campamentos de paso en los que había dejado suministros, poniendo su vida seriamente en peligro.

En la foto, Miotk y las imágenes que tomó en la cumbre del Everest vista desde la cara norte, llena de basura:


En su acometida, se encontró con que en el campamento 1 le habían robado una chaqueta de Goretex y en el campamento 2 casi toda la ropa anti-ventisca.

Aun así, decidió atacar la cima desde el campamento 3 ligero de ropa porque el tiempo era favorable.

Tras hacer cumbre a las 2:30 pm regresaba al 3 para encontrarse con que ahora le habían robado el hornillo, el saco de dormir y todos los medicamentos.

Miotk se salvó porque a pesar de llegar cansado, no estaba completamente exhausto y no sufría ningún principio de congelación.

Si hubiera llegado en peores condiciones y con algún tipo de congelación, probablemente no hubiera superado la noche o se hubiera tenido que enfrentar a una amputación al regresar a la base.

Miotk declaró que en ese momento, no había tráfico alguno en la montaña y solo 6 tiendas ocupadas por sherpas en el campamento 3, según él, probablemente los mismos que le habían robado, aunque tras hablar con ellos obtuvo un saco y un horno para calentarse.

También denunció que estos robos siempre tienen por víctimas a los escaladores que suben en solitario o con sherpas independientes.

Los sherpas que trabajan para agencias de trekking se protegen entre sí.

Otro caso célebre fue el del escalador brasileño Vitor Negrete que perdía la vida cuando descendía del Everest, tras hacer cumbre el 19 de Mayo del 2006.

Negrete subía con Asian Trekking, en la misma partida en la que David Sharp fallecía unos días antes.

Al alcanzar el campamento 2 se encontró con que habían saqueado su tienda, privándole de gran parte de los suministros aprovisionados junto a su compañero Rodrigo Raineri.

Raineri y Negrete no habían conseguido sincronizar su aclimatación por lo que finalmente, Vitor decidía atacar la cima en solitario sin oxígeno desde el campamento 3, dejando al sherpa que le acompañaba, Ang Dawa Sherpa, apodado “Spider”, a la espera.

Holló la cima pero a su regreso cayó cerca del campamento 3 sin que su sherpa pudiese hacer nada por él cuando lo encontró.


En el 2008 un libro de Michael Kodas, “From High Crimes”, volvía a denunciar los robos que se estaban produciendo en las dos caras del Everest, además de poner el dedo en la llaga de la comunidad alpinista cuando desvelaba casos de juego, drogas y prostitución en el campamento base por el lado chino.

Resulta que la cara norte del Everest se estaría empleando para el tráfico de drogas y al parecer, el gobierno chino enviaba patrullas de policía para vigilar esta ruta junto al campamento base, que se estaría convirtiendo en una especie de poblado fronterizo donde se vende y trafica con todo.

Por otro lado, la cuestión medioambiental se ha convertido en todo un problema tanto en esta montaña como en el Himalaya en general.

En la actualidad, el gobierno chino calcula que cada expedición que sube al Everest, está dejando una media de 10 toneladas de basura en los collados de la montaña.

Cuando se habla sobre salidas para recoger residuos, sobre todo botellas de oxígeno, habría que añadir que continuamente se incentiva a los sherpas para que bajen estos tubos, según Kodas, mediante sobornos y prostitutas en el campamento base.

El lado nepalí del Everest no queda al margen en el libro de Kodas.

Relata casos como el de la desaparición de Nils Antezana en medio de una fuerte ventisca, en la masificada ruta sur, en Mayo del 2004.

Muchos alpinistas que estaban en los campamentos decidían abalanzarse sobre las provisiones y cuerdas de otros partidas, poniendo en serio peligro las vidas de estos.

El Sherpa más famoso indudablemente es Tenzing Norgay, primer escalador en hollar la cima del Everest junto a Edmund Hillary y considerado por la revista Time una de las 100 personas más influyentes del siglo XX.

Hasta su hazaña, el sherpa era un pueblo más bien aislado y desconocido a nivel internacional.

Norgay y Hillary entablan amistad cuando formando parte de la séptima expedición dirigida por John Hut a esta montaña en 1953, Hillary resbala por una grieta y Norgay que iba justo detrás, reacciona rápidamente hincando el piolet en la nieve, girando la cuerda sobre él de forma que logra detener la caída de Edmund.

Desde este momento Hillary lo considera el compañero ideal para atacar la cima, objetivo que consiguen conjuntamente el 29 de Mayo de 1953.


Apa Sherpa es el escalador que ostenta el récord de ascensiones al Everest, con un total de 20 cimas hasta el 2010.

Apa representa a la perfección lo que es un trabajador de alta montaña.

Ha declarado que no escala con la intención de batir ningún récord sino por obligación como parte de su trabajo, para que su familia, con la que se trasladó a Estados Unidos no tenga que hacerlo, para poder dar a sus hijos una educación y mejores oportunidades.

La primera cima la hizo en 1990 y desde entonces ha ascendido casi una vez al año.


Babu Chhiri Sherpa batió el récord de permanencia en la cumbre del Everest al acampar en ella durante 21 horas sin oxigeno suplementario.

La compañía estadounidense “Mountain Hardware” había diseñado una tienda especial bautizada como “american sky”, capaz de aguantar los envites del viento a tanta altitud que le permitió realizar la hazaña.

Para cuando falleció tras caer por una grieta en el campo 2, Chhiri Sherpa contaba con 10 cimas y había fundado su propia compañía de trekking, “Nomad expeditions” además de una escuela en Nepal, que financiaba con los fondos que obtenía cuando intentaba batir algún récord.

Pemba Dorjie ostenta el récord de velocidad en ascender al Everest, establecido en 8 horas y 10 minutos. Lo obtuvo el 21 de Mayo del 2004 batiendo la anterior marca de Lhakpa Gelu Sherpa de 10 horas, 56 minutos y 46 segundos conseguida el 15 de Mayo del año anterior.

Ming Kipa Sherpa se convirtió en la persona más joven en hacer cima en el Everest con 15 años.

Pasang Lhambu Sherpa fue la primera mujer sherpa en hollar el Everest. Murió durante el descenso.

Otra mujer sherpa, Pemba Doma Sherpa, logró dos cumbres en esta montaña pero falleció al caer en el cercano pico Lhotse.

Comentarios