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Amenaza a los rebeldes

El ministro del Interior de Nicaragua, el «duro» Tomás Borge, se despidió ayer de su cargo con un acalorado discurso en el que aseguró que no emigrará a Mexico como se rumorea y en el que aprovechó para amenazar una vez más a los rebeldes de la «Contra». Borge, quien desde la llegada de los sandinistas al poder en 1979 ha manejado la Policía y el servicio secreto y al que la oposición atribuye muchos de los abusos cometidos desde el poder, fue aclamado por dos mil funcionarios que llevaban pancartas con el lema: «Tomás, comandante legendario, tu serás siempre nuestro ministro» y «Estamos a tus órdenes».

En su despedida Borge advirtió que «cambiarán las reglas del juego» en caso de que los «contras» no cumplan sus compromisos acerca de su desmantelamiento. Con la facilidad de palabra que le caracteriza y ese tono casi sacerdotal que le ha hecho famosos, el hasta ayer todopoderos ministro del Interior afirmó que los rebeldes firmaron unos compromisos que deben de cumplir y «es una obligación de todos los nicaragüenses exigirles que lo hagan». Representantes del Gobierno sandinista y la «Contra» acordaron el jueves pasado un definitivo alto el fuego que pone fin a ocho años de guerra civil en el país. 

También suscribieron un documento por el que la «Contra» se compromete a entregar las armas a partir del próximo miércoles, día de la toma de posesión de la presidente electa, Violeta Chamorro, y con una fecha limite fijada en el 10 de junio. En relación a una noticia aparecida recientemente en el diario «La Prensa», propiedad de Violeta Chamorro, según la cual Borge está contruyendo una lujosa casa en México, el veterano líder sandinista dijo que era totalmente «falso».

«Viviré hasta la muerte en el barrio humilde de Bello Horizonte, en Managua», enfatizó Borge, quien tiene 60 años, es el único superviviente de los fundadores del FSLN y cuya «dureza» ha sido un factor clave en la victoria electoral de Violeta Chamorro, según fuentes de la oposición. Después de asegurar que ni sus manos ni la de sus mandos están manchadas de «oro y sangre», dijo que Managua era una de las ciudades más tranquilas y seguras del mundo, gracias a la labor de los policías de su ministerio.

Las autoridades sandinistas acusaron ayer a la «Contra» de haber violado el acuerdo de alto el fuego tan sólo cuatro horas después de haber firmado el documento. Según el comunicado oficial, un grupo rebelde asaltó en el norte un camión del Gobierno y huyó con dieciséis vacas y una importante suma de dinero. El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó ayer por unanimidad ampliar el mandato de los «cascos azules» para que supervisen el alto el fuego y la separación de fuerzas en Nicaragua.

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