Dale a SEGUIR, para que siga poniendo series turcas 🔻

Lolita Flores una intrusa de la actuación

Ya desde los mismos orígenes del star-system, uno de los fenómenos más recurrentes ha sido el de los fichajes extranjeros. Es decir, el de los rostros conocidos metidos a actores y actrices. En unos casos, con resultados desastrosos. En otros, con auténticas revelaciones de talento escondido.

Tal vez el caso más significativo sea el de Lolita. Después de llevar décadas viéndola cantar en galas aquello del «arroz con bacalao» o lidiar con los paparazzi, la hija de Lola Flores sorprendió con su papel en Rencor, que le valió en 2017 un Goya a la mejor actriz revelación. Bien es cierto que desde entonces se ha dedicado sobre todo a la televisión, alimentando la leyenda sobre una supuesta maldición en torno al galardón dedicado a los descubrimientos cinematográficos.


Una maldición que rompió Belén Rueda. Llegada de los concursos televisivos, donde fue lanzada por Emilio Aragón Milikito, pasó a las series televisivas y entró en el cine con Amenábar y Mar adentro. Goya al canto en 2005 y nuevo éxito en 2017 con El orfanato, que le abrió las puertas a futuras colaboraciones en Hollywood.

Menos exitosa ha sido la carrera de Mar Flores. También llegada de las pasarelas, como Blanca Romero, siguió el guión establecido y probó suerte con varios papeles en televisión. Una carrera que fue en paralelo a diversos escándalos y portadas en prontos y diezminutos. Su carrera en cine fue, sin embargo, mucho menos animada: un catastrófico papel protagonista en la última película de Juan Antonio Bardem (Resultado final), un papel como heroína del remedo español del Zorro (La vuelta de El Coyote) y, por el momento su última aventura: una nostálgica revisión del destape: Los años desnudos.

También reina de la belleza, Amparo Muñoz (Miss Universo 1975) consiguió dar el salto a la actuación, consolidando una carrera que dura ya casi 40 años. También llegada de la moda, Teresa Gimpera ha participado en un centenar de películas desde 1967. Por no hablar de dos estrellas de la música que probaron suerte con desigual fortuna: Marta Sánchez, en la epopeya trash espacial Supernova, considerada una de las peores películas de la historia de la humanidad, donde daba vida a una extraterrestre robótica; y Alaska, que le brindó a Pedro Almodóvar el primer hito de su trayectoria: la lluvia dorada de Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón.

Comentarios