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Mario Vaquerizo es marica y no lo niega

ALASKA. Este ha sido un año muy especial para los dos, pero particularmente para ti. Las actividades a las que te vienes dedicando desde que te conozco han cobrado otra dimensión desde el 'reality' para MTV.

MARIO VAQUERIZO. Siempre digo que nuestro programa para MTV ha supuesto un paso cuantitativo, que no cualitativo, a todo lo que vengo haciendo desde hace más de 10 años. Y yo encantado y feliz. Aun así he de reconocer que el mayor cambio que noto es la percepción que se tiene de mi persona una vez emitido el programa. Muchos no habían reparado en mí, otros me consideraban un borde y otros, directamente, tonto y oportunista (siguen pensándolo, aunque son minoría). Eso sí, estoy tan convencido de lo que soy y cómo soy que, aunque el efecto no hubiera sido tan positivo, yo seguiría igual de contento con la experiencia. Me he mostrado tal y como soy, con mis defectos y mis virtudes; mi incultura y mis gracias. Soy tal y como se me ha visto. Jamás he interpretado un personaje, ya que no soy actor... ¡¡¡de momento!!!

De todas las parcelas que abarcas ('manager', agente de prensa, periodista, colaborador televisivo y radiofónico, 'dj', 'rock star'), ¿qué es lo que más satisfacciones te da?

Todas. No quiero ser reiterativo, pero siempre manifiesto que tengo la suerte de vivir de mis aficiones; estas se han convertido en mi medio de vida y es lo mejor que le puede pasar a cualquier ser humano. Claro que existe un peligro: como no tienes la sensación de estar trabajando, acabas convirtiéndote en una working girl. Me temo que a ti te pasa lo mismo. Pero de veras que disfruto planificando lanzamientos de discos, discutiendo los contratos con las discográficas, escribiendo artículos (como muy bien sabes, el año que entra publicaré una colección de artículos). Los fines de semana soy feliz acudiendo a la Cope, donde colaboro desde hace más de tres años, y ya ni te digo cuando voy por los pueblos y ciudades de España a pinchar (eso sí, reconozco que tengo que currarme más las sesiones y aprender de una vez por todas a mezclar perfectamente). Con respecto a Nancys Rubias, sí es cierto que lo siento como el proyecto más personal y del que soy más dueño. Y con mi punto exhibicionista, que sabes muy bien que lo tengo. El grupo es la excusa perfecta para dar más rienda suelta. Las Nancys son fundamentales en mi vida y no podría pasar sin ellas; además, son tan obedientes… Aunque a veces ni siquiera pisen el estudio de grabación…

Teniendo en cuenta que eres hijo filosófico de Warhol, doy por hecho que la fama no te causa conflicto. Ahora que para ti se ha desbordado, ¿sigues encontrándola ventajosa?

La fama es ventajosa siempre, y como decía mi dios Warhol, efímera, como el pop. Es algo que tengo clarísimo. Ahora me siento como un Justin Bieber, pero con 37 años (que creo que es más sano, ya que la edad te permite contemplar las cosas con una serenidad que en la adolescencia no se tiene), pero soy consciente de que se puede acabar, y no me preocupa, porque la fama la siento y la vivo como un extra, un añadido que me encanta. Pero tengo tan establecida mi base laboral que el día que llegue uno más guapo y más joven que yo y se olviden de mí, no pasará nada. Mientras tanto, sigo a rajatabla el sentido de la profesionalidad que conlleva la fama…

Como 'manager' de Fangoria, estás acostumbrado al trato que damos a nuestros fans y me consta que, como agente de prensa, siempre procuras que tus representados queden en buen lugar. Al mismo tiempo, eres un 'fan-fatal' que no duda en pedirle una foto a sus ídolos. Entenderás que te observe atentamente para que te comportes bien.

Claro, es lo que me refería en la anterior pregunta y, sobre todo, que he aprendido de ti. Ser famoso significa ser un profesional y hay que tener paciencia para atender a todo el mundo, a firmar autógrafos y hacerse todas las fotos del mundo en un trayecto de menos de 10 m cuando paseo por la Gran Vía. No entiendo a esos famosos que dicen que no les gusta la fama. Pues que se dediquen a profesiones anónimas y ya verás como nadie les molesta… Uf, me ponen enfermo. Aunque a la vez también reconozco que yo me encuentro en un nivel mediático intermedio que lo hace más llevadero todo. Y en cuanto a los fans, te diré que hay que tratarlos bien, recibirlos y atenderlos, pero tampoco darle muchas alas, porque se vuelven locos. Claro que yo me muero por un autógrafo de Deborah Harry, pero si me recibe una vez en su camerino ya soy consiente de que no puedo quedarme allá más de cinco minutos… El fan a veces puede ser peligroso y tú lo sabes por experiencia. En el término medio está la virtud, como decía Aristóteles. Tanto en el fan, como en el famoso…

Háblame de tu sentido de la amistad. No conozco a nadie para quien sean más importantes sus amigos. Cuando nos casamos, dijiste algo así como «me caso con todos vosotros». He tenido que aprender a 'compartirte'.

No puedo pasar sin mis amigos. Soy muy de piña y sobre todo muy protector y a veces celoso con respecto a mis amigos. No te voy a decir que tengo millones de amigos (eso lo dejo para los locos de los Facebook y Twitter, por cierto aprovecho para decir que no tenemos redes sociales y que pasamos total de ellas), pero sí más de 10 o 12 personas que son vitales en mi vida y que procuro mimarlos y cultivarles… Tú eres más solitaria que yo, aunque creo que es algo que tú crees y en el fondo también eres amiguera, pero para llegar a mi nivel es algo difícil… La suerte que hemos tenido tú y yo es que compartimos los mismo amigos, así que te ha resultado más fácil tener que compartirme, ¿no crees? De todas formas procuro, aunque no lo creas, mantener un equilibrio entre nuestra relación y la de los amigos… Por eso nos escapamos a veces solitos a Londres, París o Ávila. ¿Te acuerdas de un documental que vimos de la relación entre Elvis y Priscila? La pobre decía que tenía que aguantar a todos los amigos de él en casa… Siempre bromeamos con eso, aunque cada día que pasa estoy feliz porque advierto que tampoco te importa tanto, ya que tus amigos son mis amigos…

Uno de los rasgos de tu carácter es el pragmatismo, siempre que algún amigo tiene mal de amores le recuerdas que nadie se muere porque le partan el corazón. ¿Te has planteado la vida sin mí?

Nadie se muere por nadie, eso lo tengo clarísimo. Pero en los últimos años, y más desde que siento que nuestra relación está más que establecida, sí me he descubierto que si rompiéramos lo pasaría mal. A día de hoy no me planteo una relación con alguien que no seas tú. Ojalá duremos toda nuestra vida el uno al lado del otro. Pero eso no está en uno. Una pareja es cosa de dos y, por mucho que se quiera, no se puede mandar en los sentimientos del otro. Es decir, que si te enamoras de otro chico, yo lucharía por ti, pero al final la decisión es tuya y yo, por más que quisiera, no podría hacer otra cosa. Ahí es donde sale mi lado pragmático: si alguien ya no te quiere, ¿qué te queda por hacer? Fastidiarte, llorar todo lo que quieras y empezar de nuevo solito… Aunque si esto me pasara sería la primera vez que me ocurriera, ya que, como muy bien sabes, tú eres mi primera novia formal en el sentido más clásico del término, siempre fui más de ligues, y tampoco mucho... Prefería emborracharme con mis amigos que estar por ahí de flor en flor, aunque eso sería porque no había encontrado a ninguna que me atrajera lo suficiente… Hasta que llegaste tú. Y ya sabes que hasta que no te conseguí, no paré… Querer es poder…

Una vez, la madre de un amigo con las bodas de oro cumplidas me dijo que el matrimonio debería ser un contrato que se revisa cada cinco años. Tú que estás tan acostumbrado a redactar contratos, ¿qué cláusulas nos pondrías en este momento?

Creo que el contrato tipo lo cumplimos a la perfección, por ambas partes. En ese aspecto no pondría ninguna cláusula. En estos momentos sólo diría que me gustaría incluir un nuevo anexo en el que se recogiera que volviéramos a recuperar los momentos de éxtasis de fin de semana que tuvimos al inicio, en el año 99, aunque ya han pasado más de 11 años y la edad pesa, y el querer comportarte como un eterno teeneager no sé si se puede mantener… Ah, y también un poquito de improvisación, pero eso es algo que no admitirías en ningún contrato…

Define un día perfecto.

Levantarme a las 6 o 7 de la mañana, hacer mis búsquedas en eBay y todocoleccion. Desayunar, sólo un café, ir al gimnasio durante un hora; trabajar, comer (poquito), finalizar la jornada laboral y salir a tomar una cerveza, si es verano, y si hace frío quedar en casa con amigos, y ya ponerme a cenar contigo solitos y ver nuestras series de televisión favoritas… También planificar nuestras jornadas laborales y en estos momentos empezar con la obra de nuestra nueva casa; redecorar, aunque sea mentalmente, y por fin inaugurar la biblioteca inglesa decorada por los cuadros que hemos adquirido del genio Juan Gatti. Si es fin de semana, salir el viernes noche, acostarme el sábado por la mañana, despertarnos por la tarde y pasar la noche tumbaditos en el sofá sin hacer nada. El domingo, ir al rastro, después picotear por ahí y hacernos un burger party mientras vemos Aída. Claro que al día siguiente nos arrepentimos por los kilos que hemos cogido. Aun así, te digo que a día de hoy siento que todo está en su sitio y está perfectísimo, a pasar de nuestras discusiones, que las tenemos, y nuestras peleas, aunque, si las comparo con las de otras parejas, son más bien pocas. Es que me cuesta mucho trabajo enfadarme, pero cuando me enfado ya sabes cómo me pongo.

Tú y yo somos muy especiales y nunca aceptamos que nos presten ropa para una fiesta o unas fotos. ¿Cómo ha sido para ti esta experiencia excepcional como modelo en un editorial de moda?

Lo llevo mejor que tú… Sí es cierto que esta sesión es excepcional, ya que nunca aceptamos estilismos, pero no nos podíamos negar… Me divierte mucho el hacer fotos de este tipo, y de lo que más contento estoy es de que, a pesar de algunas licencias, hemos aparecido muy naturales. Me explico: todos salimos posando porque es lo que hacemos cuando estamos entre amigos. Todos los amigos que aparecen en estas fotos hablan nuestro mismo idioma y tienen el mismo concepto que nosotros de lo que es ser natural: posar por encima de todo. Lo pasé realmente bien a pesar de la pelea que tuve contigo al negarte a posar al lado mío con un abrigo de piel. Después, en casa, te expliqué lo que pensaba y accediste (eres muy generosa) y posamos con el genio Fabio McNamara, aunque tu pose demuestra tu repulsa al uso de pieles, pero me veo tan guapo... Además, tenemos nuestro retrato oficial con Fabio. Un sueño más cumplido.

Como agente de prensa acostumbrado a trabajar con los medios darás la importancia que tiene a salir en la portada de esta publicación, donde los hombres aparecen de forma muy especial.

Para mí es un regalazo. Tú ya tienes con esta tres portadas; para mí es la primera. Además, sólo se concede a un hombre una vez al año; la anterior se lo dieron a Dani Martín, uno de mis chicos favoritos, así que ya puedo presumir de estar a la altura de uno de lo chicos más deseados de este país. Lo que me gusta en este caso , es que se la den a un hombre como yo, que para nada es estándar ni en lo físico ni en la forma de mostrase al público. Así que, no puedo dejar de agradecerlo. Además, mi madre ya no se preocupará tanto por mí y dirá: «Pues tampoco lo está haciendo tan mal el niño». Ya sabes que ella sufre mucho por el qué dirán y este tipo de cosas ella lo vive como un reconocimiento social.

¿Qué les dirías a día de hoy a todos aquellos que no daban un duro por nuestra relación?

Que me parto y que me mondo (como dice el Luisma de Aída, uno de nuestro personajes favoritos de la televisión). Jamás entendí ese ensañamiento con el que, hasta en círculos cercanos a nosotros, mostraron nada más conocer nuestra relación. Tampoco me importaba mucho, ya sabes que paso total de las envidiosas y tontas. A día de hoy creo que jamás me han perdonado que robe el corazón a una de las chicas más totales de este país, con todo lo bueno y todo lo malo… Ya en serio, el sentimiento de autorreafirmación constante es lo que más está en mi vida en los últimos años y comentarios dañinos, e incluso invenciones o especulaciones, más que ofenderme, me reafirman. Debemos de ser muy importantes, cariño, para que pierdan el tiempo escribiendo acerca de nosotros, ¿no crees? 

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