EEUU reduce su armamento militar

El Congreso de Estados Unidos se encuentra hoy en plena efervescencia, un día después de que el presidente Bush entregara el presupuesto para 1991, consistente en 1,2 billones de dólares (130 billones de pesetas). El llamado «dividendo de paz» centra la atención de los congresistas. Se trata de desviar dólares destinados a la Defensa hacia programas sociales o mejoras en la política fiscal.

El secretario de Defensa, Richard Cheney, propuso el cierre de 47 bases norteamericanas, 12 de ellas en el extranjero: Italia, Grecia, Turquía, RFA, Gran Bretaña y Corea del Sur, y reducir sus efectivos en otras 22. En 1991 se destinarán menos dólares a Defensa, dado que la Unión Soviética ya no supone tanta amenaza como antes.

Esta reducción es la noticia más destacable del presupuesto e igualmente la causa de un acalorado debate dentro del Congreso. Los demócratas y los republicanos ya predecían ayer una algarabía monumental cuando el presupuesto -que abulta tanto como una guía telefónica- llegara a las distintas oficinas del Congreso. Pocas horas antes de la ceremonia oficial, Richard Darman, director de presupuestos de la Casa Blanca, declaraba a la cadena televisiva NBC News: «Estamos a punto de iniciar un ritual lamentable, que se repite sin variación año tras año».

El presidente Bush propone un presupuesto fiscal para 1991 con muy pocos programas de gasto social nuevos, mientras sigue insistiendo en que «no habrá nuevas promesas fiscales» y recorta el déficit presupuestario a casi la mitad (63.000 millones de dólares, frente a los 123.000 millones proyectados para el año fiscal 1990). Un elemento capital en el debate serán los gastos de Defensa, la categoría más destacada del presupuesto en materia de gastos.

La mayoría demócrata del Congreso sostiene que los presupuestos militares podrían ser reducidos drásticamente ahora que el imperio soviético atraviesa la peor crisis de su historia. Pero Bush, republicano, es partidario de que estos gastos se mantengan.