Una bascula para comprar

Uno elige el modelo que le gusta, se lo pesan y abona el importe que calcula la báscula. Este nuevo concepto en la venta de artículos de moda lo introduce Kilo Ropa Madrid Centro, una tienda inaugurada en Lavapiés hace tres meses. La originalidad del formato es la excusa para «acercar a los clientes particulares prendas de las firmas más prestigiosas al mejor precio posible». 

Detrás de la idea está Silvia Ferrándiz, una fotógrafa profesional que, tras quedarse en paro, se atrevió a hacer justo lo contrario que le aconsejaron sus amigos: montar una franquicia en la capital de este negocio de factura francesa que se introdujo en España a través de Alicante. En las perchas del establecimiento hay ropa de firmas como Armani, Dolce & Gabbana y Ralph Lauren, de compañías españolas como Zara y Mango y prendas vintage de los años 60 y 70. Todo desde 15 hasta 35 euros el kilo. 

Lo más asequible de la amplia colección son los pañuelos, que se pueden adquirir a partir de 15 céntimos. Pero lo más caro que se ha vendido allí es un abrigo de caballero en ante, de largo casi hasta el tobillo, por el que la báscula determinó que era suficiente con abonar 58 euros. 

¿Dónde está el truco? «El margen [de beneficio] es pequeño, así que hay que vender mucho para que sea rentable», desvela con una su sonrisa contagiosa Silvia. Y añade a renglón seguido: «Quizá podríamos subir algo los precios, pero por muy vintage que sea un vestido yo no encuentro justificación a que se pidan 70 u 80 euros por él. Mucha gente está cansada de querer vestirse diferente y tener que pagar una pasta». 

Entre los clientes de Kilo Ropa Madrid Centro hay vecinos del barrio y turistas, pero también actores de teatro y cine, estilistas de moda... «Ahora que la economía está como está, a lo mejor el presupuesto para toda una producción es de 100 euros y con eso aquí sí compran lo que necesitan», explica la propietaria del negocio. 

Hacemos la prueba: a cambio de un billete de 10 podríamos llevarnos a casa dos vestidos veraniegos, y eso que estas prendas que son las que menos pesan se cotizan a 35 euros el kilo, y varios pañuelos. Las combinaciones son tan amplias como el gusto del comprador. 

«Cuando veo a algún cliente dubitativo con un pantalón o una chaqueta de la mano le digo: 'Ven, que te lo peso'. Y en cuanto sale el precio se lo llevan sin pensarlo», asegura Silvia. 

Lo más difícil, confiesa la responsable de Kilo Ropa Madrid Centro, es que la gente comprenda el concepto de venta. «Los que ya lo han visto en el extranjero vienen y te comentan que ya era hora de que llegara aquí. Pero muchos creen que lo que tienen que hacer es coger ropa hasta que pese un kilo y no terminan de entender que vaya al peso», argumenta. 

Además de trajes de fiesta y prendas para diario, aquí se pueden adquirir desde bolsos y cinturones hasta sombreros, artículos para hombres y mujeres de cualquier edad. Todos son «100% originales, no hay copias», procedentes de stocks, algunos nuevos y otros de segunda mano, y no están ordenados ni por tallas ni por estilos, sino simplemente por tipo de prenda. 

El coste del kilo, salvo excepciones, es inversamente proporcional al peso de la tela: las prendas de cuero, paño, pana, vaqueras... son a 25 euros. Así, por ejemplo, unos pantalones Levi's, que hacen unos 500 gramos, saldrían a 15 euros. Los tejidos más ligeros están a 30 o a 35 euros/kilo, mientras que el baremo 15 euros/kilo se reserva para las ofertas especiales. 

Tras el mostrador de su pequeño negocio en Lavapiés, en la calle Jesús y María esquina con travesía de Comadre, Silvia se lamenta de la «psicosis total» provocada por la crisis que, a su juicio, «hace que la gente se esté acobardando mucho». Su consejo: «Hay que arriesgarse, pero también trabajar mucho». 

Ella misma, el día de la inauguración de la tienda, sin un céntimo invertido en una publicidad que no podía permitirse, consiguió hacer ya una caja de 200 euros repartiendo flyers entre los vecinos del barrio. Y eso que su báscula es, probablemente, la única que regala alegrías a todos sus usuarios.