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A su juicio, ni el presidente del Gobierno ni el PSOE se atreven a decir que estas elecciones se han anticipado porque el gobierno tiene intención de proceder a un ajuste económico tan duro que «si alguien de vosotros -dijo dirigiéndose a los asistentes- no tiene cinturón, que se lo vaya comprando porque sino le van a poner uno que le van a dejar doblado para muchos años. A preguntas de los periodistas reiteró que no modificará la ley del aborto, aunque está a favor de la vida y confirmó que «el convenio bilateral de defensa con EEUU es opinable. Yo no soy partidario de revisarlo en este momento -aclaró, pero ese convenio tiene un plazo de duración, y cuando éste expire habrá que ver si es conveniente o no modificar sus claúsulas». Aznar dijo, en su nombre y. en el del partido, que «deseamos larga vida a esa iniciativa periodística que es el periódico, como se la deseamos a todas cuantas aparecen en esta sociedad».

Carmen Romero temió por un momento en su primer mitin de campaña en Cádiz que un voz como la de la matrona negra de Escarlata O'Hara le dijera: «Usted no es de aquí, señorita Carmen». Las listas electorales de los partidos están plagados de casos como el de la esposa del presidente del Gobierno. Muchos políticos son colocados en los primeros puestos de candidaturas de provincias que les son ajenas para asegurar su elección, en detrimento de los líderes locales. Y las matronas negras nunca aparecen. En la jerga política se les denomina «cuneros», pero algunos prefieren asignarles el calificativo de «paracaidistas». Aterrizan en cualquier provincia, reparten promesas, sonrisas y besos en los mítines y, dos semanas más tarde desaparecen tan deprisa como llegaron.

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