Dale a SEGUIR, para que siga poniendo series turcas 🔻

Britney Spears viola su religión al ponerse una camisa sin planchar

Cuando caí en un profundo episodio de depresión después de esa serie de desafortunados eventos, me puse cada vez más ansioso; al mismo tiempo, dejé de usar mis típicos conjuntos vintage coloridos. En su lugar, opté por trajes monótonos, sueltos y básicos en negro o gris. Dejé de usar maquillaje y afeitarme las piernas y las axilas. Hubo muchos días en los que no podía hacer cosas básicas para cuidarme, como ducharme o ponerme un sostén. Mi ropa se amontonó, mi habitación se abarrotó y mi apariencia vaciló. La forma en que me vestía en ese momento ya no cubría la forma en que me sentía internamente, y era un indicador visible de que necesitaba ayuda.

Abrumado por la incomodidad física y emocional, finalmente tuve que rendirme a mi angustiante ansiedad y inmensa angustia buscando a un psicoterapeuta.

Aprendí que, sin saberlo, vivía con un trastorno de ansiedad, que era la culpa de muchos de los métodos de afrontamiento insalubres que había adoptado subconscientemente. Juntos, discutimos sobre cómo mis diversos vicios, incluyendo las compras, me habían impedido abordar la confusión dentro de mí. Gracias a la terapia, aprendí que romper los malos hábitos no es algo que hagas fríamente. Es un proceso lento, deliberado y de por vida.

Si bien no he renunciado por completo a mi hábito de compra, ahora me desafío a mí mismo para pensar más acerca de mis hábitos de gasto y hacer una pausa antes de comprar cosas. Apenas he comprado algo desde el otoño pasado, que se siente como un gran triunfo personal. Aunque de vez en cuando me encuentro ansioso por una tarde de compras, puedo contenerme y elegir invertir en cosas que tranquilicen mi mente, como leer memorias o practicar yoga. Ahora reconozco que  involucrarse en el cuidado personal  me ayudará a sentirme castigado por un período de tiempo más prolongado que cualquier otro equipo o accesorio nuevo.

En estos días, soy más consciente cuando compro cosas y pongo menos énfasis en cómo me veo. En cambio, trato de enfocarme en cómo me siento internamente. Ahora noto una gran diferencia en cómo percibo mi apariencia y me acerco a mi vestuario; establecer más compasión por mí mismo me ha permitido dejar de sentir que siempre necesito ser perfecto. Doy la bienvenida a mis diversos caprichos y neurosis, viéndolos como el pegamento que me mantiene unido.

Comentarios

  1. buenisisisisismo jajajajajajajajajajajaa

    ResponderEliminar
  2. buenisisisisismo jajajajajajajajajajajaa

    ResponderEliminar
  3. nicoleeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee

    ResponderEliminar

Publicar un comentario