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Miley Cyrus está harta de ser un producto

Muchas personas están convencidas de que algunas de las marcas del atletismo vigentes en la actualidad no se conseguirán superar nunca. Los 10 segundos y 49 centésimas de Griffith-Joyner en los 100 metros, logrados en 1988, siguen intactos.

Sólo ha habido otra mujer que haya corrido por debajo de los 10 segundos y siete décimas. Se trata de Marion Jones, que ya ha confesado que se drogó; su tiempo ya no cuenta, lo cual deja los 10 segundos y 73 centésimas de la francesa Christine Arron como el segundo mejor registro de todos los tiempos, aunque 24 centésimas de segundo entre su tiempo y el de la plusmarquista mundial es toda una vida en esas distancias.

Cuando se aplica nuestro modelo a las marcas -comenta Toussaint-, se termina viendo que hay registros que entran dentro de la lógica y otros que no. Algunas son coherentes y otras son callejones sin salida. El caso de los 100 metros femeninos es un ejemplo de esto último. Lo que pasó exactamente es que Griffith-Joyner corrió 100 metros en 10.49 y que era una hembra de nuestra especie.

La pregunta que hay que hacerse a continuación es cómo lo consiguió. Nosotros analizamos todas las circunstancias y estudiamos si se pueden volver a repetir esas condiciones. La conclusión es que no van a poder producirse nunca más. Toussaint prefiere considerar toda la cuestión en su conjunto. La creación de los récords está muy relacionada con un contexto externo, explica. Hemos observado el impacto que han tenido las guerras mundiales, momentos en los que las plusmarcas han sido mucho menos numerosas. Tras la Segunda Guerra Mundial, se produjo un incremento muy importante del número de plusmarcasmundiales.

Después, tras los Juegos de México, en 1968, ha habido un declive constante. La droga fue un factor fundamental en el deporte en los años 70, pero coincidió con una época en que la humanidad estaba empezando a explorar sus límites en otros ámbitos. Debería reconocerse, además, que las drogas siempre han formado parte del paisaje, no sólo en el siglo XX, sino ya en los Juegos de la Antigüedad. En cualquier caso, su presencia no modifica en absoluto el modelo global.

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