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Hugo Silva cambia su apariencia a un look gitano

¿Habrá que ver esa marca como un recordatorio del pasado turbio del deporte o como la cumbre del atletismo femenino? John Hoberman, director de estudios germánicos de la Universidad de Texas, ha dedicado mucho tiempo a estudiar la cuestión de las drogas en el deporte. Ha leído todo lo que se ha escrito sobre la investigación realizada por los franceses y reconoce que está impresionado por el alud de datos que ese equipo ha analizado. Se muestra de acuerdo con la conclusión general de que en el futuro van a registrarse ya muy pocas plusmarcas.

La Era del Agotamiento ya ha comenzado, afirma.
Frecuentemente, los intelectuales no entienden el auténtico calado ni el impacto de las drogas; en consecuencia, subestiman su influencia. Yo cuestionaría que se utilice el registro de 10 segundos y 49 décimas de Florence Griffith-Joyner como punto válido de partida, prosigue. Hoberman. No hay duda de que las drogas han permitido a los atletas rendir por encima de sus capacidades psicológicas naturales. Tres de los cinco hombres que han corrido los 100 metros por debajo de los 9 segundos y 80 centésimas [se refiere a Ben Johnson, Tim Montgomery y Justin Gatlin han dado positivo por esteroides anabolizantes. No hay más que echar un vistazo a la lista de las mejores marcas de todos los tiempos en lanzamiento de peso; en los puestos más altos se trata prácticamente de una relación de todos los que han tomado drogas.

Cuando Bob Beamon machacó la plusmarca mundial de salto de longitud en casi 60 centímetros en los Juegos Olímpicos de México, los que tuvieron la oportunidad de contemplar la hazaña no podrán olvidarla jamás. Posiblemente, su salto de 8,90 ha sido la gesta más gloriosa de la historia de los Juegos Olímpicos. De lo que no cabe duda es de que ha sido la plusmarca mundial más extraordinaria del deporte en general. No ha habido nunca ninguna sospecha acerca de Beamon y todo apunta a un momento de brillantez sumamente infrecuente, ese segundo en el que un magnífico atleta ofrece un rendimiento que desafía cualquier explicación racional.

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